Amar obsesionadamente, no es amar, como dice el refrán: si en verdad quieres a alguien déjala ir, y si es para ti volverá, sino, nunca lo fue. Solo recuerda que las cosas pasan por alguna razón, lo malo trae algo bueno, y a veces lo bueno tiene algo malo, solo depende de tu perspectiva de la vida, nunca veas solo el lado negativo de las cosas, ni tampoco solo veas el positivo. Lo que tienes que hacer es fijarte en ambas partes, valorar las cosas positivas que resultaron de tus acciones y corregir las cosas negativas, pues solo de esta manera podrás crecer espiritual y mentalmente. Las lágrimas son el consuelo del alma, son el parche de las penas, son la expresión del corazón, lloras cuando pierdes a un ser querido o cuando un amor no es correspondido, pero son mejores las lágrimas que derramas cuando te llenas de alegría porque tus sueños son realidades, tus deseos son acciones, y tu amor es real, no de ficción.
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